No te dejes engañar por mi rostro, son miles las máscaras que uso y ninguna de esas soy yo.
Quizás me veas como alguien seguro, que hago de todo y que no necesito a nadie.
Pero no me creas.
Detrás de eso que ves, mi verdadero yo se siente solo, confuso, temeroso.
Por eso uso máscaras, para ocultarme.
Pero tengo miedo de que me rechaces, me critiques.
Se que piensas que me merezco las lágrimas que lloro y que no merezco ni siquiera tu consuelo.
Pero si me aceptaras tal cual soy, el amor desvanecería las paredes de la prisión que yo he construido.
Quien soy, quizás te preguntes.
Soy cada hombre en el ascensor, cada mujer en la calle.
Y también soy tú.
( De Milagros en Red )