domingo, 22 de agosto de 2021

 


La niña del sombrero blanco.

Un día muy soleado
de hace muchos veranos
estaba la niña del sombrero
jugando en la playa .
La niña que le teme a la soledad.
La del sombrero blanco
con sus hermanos y su mamá.

La niña de la mirada melancólica.
La niña que en la plaza
se encaprichaba
cada mañana
y se negaba a entrar a la escuela .

La niña chiquita
que está asustada
y parece triste...
Ojos que añoran a su papá.
Cara bonita.
Nariz chiquita
y la piel blanca como la sal.

La niña del sombrero blanco.
La niña contrariada por la
exigente monja,
la despiadada monja
a la que no quiere ver más...

¿Cómo se llamará la hermosa niña?
La del sombrero blanco
y el miedo a la soledad.

La más chiquita .
La que a la escuela
no quiere entrar.
La que le teme a la soledad.

La niña que se escapa
de los espejos.
La que en la oscuridad
se muere de miedo.
La de los ojos que trasmiten paz.

Juega en la arena
mi niña linda.
A nada temas.
Que nada malo te pasará.

Duerme tranquila
que a la mañana
te despertaré.

Te quiero niña
Aún sin conocerte
¡Cuánto te quiero !
Y quisiera abrazarte fuerte
hermosa niña del sombrero blanco
y darte alegría
y algo de paz.

Mi hermosa madre.
Descansa en paz.
que nada malo
te pasará ...
Reza y no temas.
Que no estás sola ni lo estarás.

Eduardo García Rapp
2021

Dedicado a la niña que mi madre fue.
Una tarde de fotos y de recuerdos...
(También con recuerdos se van tejiendo los días...

 


Márgara (mi abuela...)

Casi cuarenta años compartidos,
en mi opinión ,
no fueron sufuciente,
Y hubiese querido
que un tiempito más
entre nosotros se quede.

Mi amiga del mate amargo
cada tarde en el living
con mucho silencio
y dispuesta siempre
a comprenderme.

La que más de una vez
me salvara de algún
reto y que algún que otro
desacierto mío
sigilosa, ocultara
a fin de protegerme...

Mi abuela hermosa,
la que siempre estaba
dispuesta a ayudarme
y sin condiciones
defenderme...

Entre las dudas que tengo
tengo una certeza elocuente:
No creo que alguien me quiera
tan profundamente
como ella lo hiciera.

La incondicional
La que a pesar
de un luto muy reciente ,
vestida de negro,
corrió a conocerme...
La que por ir a visitarme
interrumpió un encierro profundo
y salió de su casa
entusiasmada por verme...

La de varios apodos.
Para algunos Margarita.
Doña Márgara para mi viejo.
La tía Pichona para otros
Y para mí simplemente
Abuela...

Dale, que sí en otra vida
te encuentro
¿Vas a ser otra vez mi abuela?
¡ Dale! Tenelo en cuenta
Esa es mi propuesta.
y empezamos
otra rueda de mates
después de la siesta...

Ojalá que otros nietos
del mundo
tengan la misma fortuna
que tuve yo, aquella tarde
en que a pesar
de su tristeza , doña Maŕgara ,
mi incondicional abuela,
saliera de su casa
para ir a conocerme... 


Eduardo García Rapp

Agosto 2

2021

Paisaje

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