miércoles, 7 de noviembre de 2007

Quién es Lucrecia Merico ?

Quien es Lucrecia Merico ?
Que pregunta dificil de responder ...pero que sencilla a la vez...por donde empezar...? Sin Vueltas, como empezaría ella... Es un ser humano excepcional, comprometida, talentosa..."Canta el tango como ninguna...".- En los últimos cinco años he seguido cada paso que da en su carrera y me alegro día a día con cada logro suyo...lo vivo con mucha intensidad! Aposté a ella y a su arte ni bien supe de ella...Ya grabó su primer disco "Sin Vueltas"...yo tenía algunos demos con tangos reos soñaba con la salida de un disco comercial ...dicen que cuando uno sueña intensamente con algo lo logra...Ella también lo soño...coincidimos en el sueño y se logró! Creo que muchos fuimos los que coincidimos con ese sueño.. y " Sin Vueltas" está dando sus primeros pasos....y recorrerá sin dudas muchos lugares...muchos barrios y lugares recónditos... como recorrió Lucrecia presentando sus shows por cada rincón de Buenos Aires.- No debe haber baldoza que no haya pisado !!!
Un excelente periodista y entrañable amigo hoy, Alberto Peyrano , escribió un hermoso artículo sobre Lucrecia, fue ahí que conocí a Alberto con quien hoy me une una muy linda amistad...siempre que nos encontramos me comenta lo lindo que fue ver y escuchar a Lucrecia Merico en vivo...Y bromeo con Alberto que esa nota me hubiera gustado escribirla yo...pero claro , Alberto expresa como pocos lo que vive...y entonces también bromeo que voy a "plagiarlo"...alguna vez.- Hay mucho más para saber sobre Lucrecia Merico, date una vuelta por http://www.lucreciamerico.com.ar/
y yo ahora me despido y como mi amigo Alberto escribe muy bien , acá les dejo la nota que escribió sobre Lucrecia ...leanla! vale la pena ! Un abrazo, Eduardo.


TANGO A CUERDA”Voz: Lucrecia MericoGuitarra y arreglos: Daniel PérezLA LIBRERIA DE AVILAAlsina 500Buenos Aires, Argentina

"Eramos pocos, la huelga había paralizado a la ciudad. Pero la cita se cumplió igual. Lucrecia se parapetó en el escenario, dijo “aquí estamos”, se sentó y las cuerdas de la guitarra comenzaron a vibrar dentro de un bello marco de libros viejos y ámbito de tradición, bajo la permanente mirada de viejas e inmortales estrellas de cine. Se hizo silencio y el tango dio el presente.Arrancó el solo de Pérez, con un “Flores Negras” que quedará por largo tiempo en la sensibilidad de quien lo disfrutó, experiencia irrepetible por los suaves matices con que lo nutrió, por las excelentes y medidas acentuaciones con que lo vitalizó. Daniel Pérez en la apertura de “Tangos a cuerda”, preludió el recital de la Merico con esta página de sutiles cromatismos, logrando un clima íntimo y nostálgico aunque no carente de intensidad, que preparó el camino para lo que siguió.Parodiando el momento actual con un tango de 1932 (“Al mundo le falta un tornillo”), Lucrecia nos demostró que este clima argentino que estamos viviendo, ya forma parte de un carácter local que no termina de asombrarnos pero no obstante repetimos continuamente, algo así como un mecanismo sin fin que forma parte de nuestra identidad y que al mismo tiempo alimenta permanentemente el ser argentino. Siguió con los incomparables y exquisitos consejos de Celedonio Flores en “Atenti pebeta”, protestó desde un protagonismo machista contra cierta “Muñeca brava” a la que alguna vez le caerá la edad encima y contrastó exquisitamente a estas “damas” del pasado con una sutil y recóndita “Naranjo en flor” que logró cambiar el clima reidero de los tangos anteriores por un meterse para adentro y pensar más en serio, por lo menos alentó desde el compromiso de los sentimientos, tal vez propios y muy incorporados desde el texto en lo que estaba expresando. Allí, en ese momento, pudo comprobarse cuanto puede lograr una buena intérprete en el ánimo de quien la está escuchando, pues las rápidas alternancias de climas permitieron apreciar a una intérprete organizada en su repertorio y acertada en la elección de los temas. Siguieron páginas inmortales del 20 y del 30, a cual más bella: “La luz de un fósforo”, “Las cuarenta”, “Muchacho”, “Garufa”, “Qué vachaché”, “Pedacito de cielo”.No hubo pérdidas de tiempo ni rellenos forzados en este recital. Cada tango expresado tuvo sentido, pasó por el corazón de Lucrecia, surgió desde el sentimiento y se vertió al público sin concesiones, de una manera vital y afectiva. El despliegue nos dejó con gusto a poco por la calidad y el gusto en la expresión de esta joven intérprete que, sin dudas, no sólo es una promesa para la permanencia del género, sino una gran artista que, con el tiempo, dará que hablar.
Alberto Peyrano Escrito especialmente para la revista on line “Espectáculos”Buenos Aires, 22 de mayo de 2002Por Alberto PeyranoPublicado Jueves, Mayo 23, 2002



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