Delia Rapp...

Delia Rapp, cómo Alfonsina, nos dejó en Octubre...Tal vez con "Agosto en el alma"...cómo la propia Delia lo dijo en esta poesía que comparto hoy...Ayer también eligió seguir los pasos de Delia , su hijo mayor Raúl...mi primo...A ellos mi humilde homenaje...dónde sea que estén...Que descansen en Paz...

"Por qué en octubre, hemana ?" Autora : Delia Rapp

Por qué en octubre, hermana?

Te das cuenta, Alfonsina?

En plena primavera,

cuando las flores,

cuando los pájaros,

cuando la tierra toda

es un canto a la vida:

tú buscaste el silencio,

no lo comprendo amiga,

o sí, y me da miedo llega a ser invierno

cuando el verde es tan verde!

Y ya no ver las flores,

y ya no ver los pájaros

y escuchar solamente

la vieja voz del agua

repitiendo los ecos,

de un canto milenario.

Estabas muy cansada, verdad?

Cansada de distancias

que no se cubren nunca,

enferma en soledades,

carcomida de olvidos;

y no escuchaste entonces

el canto de los nidos.

De negro se tiñeron

para ti los colores,

con luto se vistieron

los tiestos florecidos

y no importó la ronda

de la tierra que abierta,

despertaba de nuevoen frenéticos giros!

Y era octubre, Alfonsina...

pero agosto en el alma,

y el alma del poeta

no entiende de estaciones

cuando el dolor se filtra

aguijoneando días.

Dije no comprenderte,

porque tenía miedo

de entender demasiado,

porque el que tiene cosas

apretadas adentro

necesita de manos

abiertas como surcos.

Si esas manos se cierran...

Qué sueñas, Alfonsina?

qué manos generosas

recogen tu semilla?

Qué asombradas raíces

se nutren con el humus

vital, de la poesía?

Dos tremendas potencias: tu mar

y el mar que agita

su furia en tempestades,

se encontraron un día

y tanto se entendieron!

que no hubo amigo, amante

que mejor correspondiera

tus subyacencias vivas!

Cuando llegó la nieve

y las rosas morían

sedientas de verano,

el mar, tu compañero,

tendía generoso

sus generosas manos.

Y no viste la tierra

musgosa y florecida,

sólo la blanda arena

como alfombra tendida

a los pies del amado,

tus pasos recibía.

Y aquel olor salobre

que enredaba tu pelo,

aquel gusto marino

que tu boca sentía

cautivaron tus horas

y caíste rendida!

Pero era octubre, hermana!

Primavera, Alfonsina!

Entonces me pregunto:

qué sienten los poetas

cuando lo verde es verde

y un árbol se marchita?